Si las chicas lo desean, se aparean con cualquier toro. Así que este hombre cumplió todos sus deseos. ¿Crees que las morenas son tan ingenuas? No, son perras, lo puedo ver en sus ojos. Ordeñan a los hombres uno por uno, como un rebaño. ¡Un litro de leche al día es la norma para ellas! ¡Yo azotaría a esas lecheras con fuerza para que se hincharan como globos!
Mientras la rubia se lavaba en la bañera y se acariciaba a sí misma, empezó a soñar con un poderoso negro con una gran polla. Los sueños se hicieron realidad, y luego el guión: gran polla, gemidos y mucho placer.